Aurkibidea
Haritz landatua
Ipuin mingots bat geroaren seinale
Poetika klasikoa ala pertsonala?
Basarri bertsolaria eskolatzen
Karlos Santamariarekin adiskide
Arrue eta Serna Arestiz mintzo
Alderdi Komunistaren aldizkaria
Harizti mehaztua
Aurkibidea
Haritz landatua
Ipuin mingots bat geroaren seinale
Poetika klasikoa ala pertsonala?
Basarri bertsolaria eskolatzen
Karlos Santamariarekin adiskide
Arrue eta Serna Arestiz mintzo
Alderdi Komunistaren aldizkaria
Harizti mehaztua
Eranskina
«Fascismo en euskera»
Es sabido que, con demasiada frecuencia, escribir en euskera ha supuesto una especie de patente de corso para decir las tonterías que el autor no se atrevía a escribir en español. Hoy, el euskera sirve a veces para camuflar la propaganda imperialista ante lectores cándidamente desarmados por la etiqueta de garantía euskérica.
Tenemos ya un extenso acopio de artículos de «Zeruko Argia» donde la estupidez unas veces, la reacción consciente otras se dan a caño libre en el intento de desarmar y desprestigiar el socialismo y el movimiento nacional vasco. Notaremos hoy simplemente lo que el «poeta» neo-fascista Gabriel Aresti ha publicado recientemente (Zeruko Argia 214, pág. 3). A la negación (a sentido único, claro) de los principios de integración e integridad territorial más elementales, a 1a demagogia y vacío teórico más flagrantes, añade el autor insultos que nadie se había atrevido nunca a aplicar a los defensores de los derechos nacionales de Euskadi. No hay periódico oficial del «Movimiento» capaz de publicar hoy, en español, un artículo como ese.
¿Creen realmente los que dirigen a Aresti (es sabido que la cabeza no le ha dado nunca para dirigirse a sí mismo) que la opinión vasca está «preparada» para este tipo de nacionalismo español neofascista? ¿O bien, llevado por su conocido e infantil tremendismo, el «vate» en cuestión no ha sabido resistirse a decir públicamente «esas cosas que decimos aquí, entre nosotros, pero que no se pueden decir al pueblo, todavía muy apegado a los derechos vascos y toda esa vaina»?
Volveremos sobre este tema de la literatura euskérica contemporánea. Después de todo, hasta los imperialistas tienen ya que recurrir al euskera (o, al menos, en el caso de Aresti, a algo que se le parezca). Si seguimos así hasta los vascos tendremos que escribir en euskera. ¿No será esto también contrario a la dignidad humana?»
(LAN DEIA (1966-68), 102.ean.)
Imperialismo y «ciencias sociales»
Ignoramos qué método sociológico es el que Aresti se ha propuesto utilizar en sus «pesquisas» históricas sobre las cosas de nuestro país. Creemos que el interés sistemático, casi obsesivo, que el «poeta» metido a ensayista, demuestra al tratar distintos aspectos de la vida vasca, siempre en una determinada dirección, debe tener como soporte un método historiográfico, fenomenológico, analítico, empirista o dialéctico. Al menos esto es lo que se propondría un ensayista serio. Pero nuestra ignorancia resulta de la sorpresa de ver mezclados, en una misma tesis, la tesis de la futilidad, inutilidad y desfasamiento de los principales aspectos de la vida de nuestro pueblo, palabras, que como «superestructura» y «mecanicismo histórico», podrían suponer un contexto ideológico materialista-dialéctico, con una repetida elaboración de supuestos históricos basados en el empirisnno más descarado y en el análisis reductivo y disgregado de realidades, que «en sí», son totalidades dialécticas. Es decir dentro de la más pura corriente ideológica burguesa y reaccionaria. Pues análisis-reductivo y teoría burguesa es descomponer los diversos aspectos de la vida, del euskera sin referir todos y cada uno de ellos al propio euskera como estructura lingüística socializada y objetivada en un proceso histórico dado.
Análisis-reductivo y mentalidad burguesa es desgajar, bastardeándolas, mínimas anécdotas de la vida de tal o cual municipio (Balmaseda o Tudela), sin referencia a la totalidad de los elementos sociológicos que en su interacción, constituyen la vida histórica de un pueblo, o una entidad política con personalidad definida y característica (en este caso la Provincia-Estado de Vizcaya), y el Reino (no la provincia) de Navarra.
Recientemente, en el mundo Aresti, ha tenido buenos maestros en este menester. Ya sabemos quo el capitalismo es el modo de organizar la economía propia de la burguesía, también sabemos que el capitalismo engendra fatalmente el colonialismo. Podríamos pues establecer esta relación lineal: Burguesía-positivismo idealista-análisis reductivo- capitalismo- colonialismo, tomando como base estos ejemplos:
congo ex-belga (Vísperas de la independencia): El «Congo» nunca ha constituido una nación, es un conglomerado de tribus que pelean entre ellos, su unidad lingüística viene dada a través del francés, la lengua colonial, su unidad económica y política es la de la administración colonial, los negros no están preparados, etc., clamaban los colonialistas agentes de la Unión Minera del Alto Katanga. Análisis-reductivo de la realidad, que escamoteaba una sola verdad: la existencia de la explotación colonial y el derecho de los negros a su autogobierno.
argelia, guerra de liberación. Argelia no ha tenido nunca una existencia histórica, fue una simple colonia turca, no hay pueblo argelino sino árabes y kabilias que se odian y se combaten, sin unidad y progreso están ligados a la acción civilizadora de Francia, el francés es el único idioma de cultura existente en el territorio, sus hijos han dado mil veces la vida por Francia, los nacionalistas argelinos proponen una arbitrariedad política sin raíces en la historia, los musulmanes son «franceses», en Argelia hay un millón de franceses «europeos», no existe cohesión nacional, etc., etc., clamaban a su vez los fascistas de «Presencia francesa en Argelia». Análisis-reductivo de la realidad, en beneficio de las clases dominantes monopolios y terratenientes franceses. Todo ello, bien entendido con el apoyo incondicional de toda la «izquierda» social-colonialista francesa, de Miterrand al PCF.
Angola, Kenia, Madagascar, Cuba, «Indochina francesa», etc., la larga historia del Imperialismo. Siempre el mismo esquema, la misma teoría, analítica, pragmatista y burguesa. Siempre el mismo portavoz de la leyenda, el gran capital monopolista internacional sin olvidar que para pertenecer a esta clase, no es preciso gozar de su «dolce-vita», por ejem. los gendarmes katangueños o el mayor Hoare y sus mercenarios blancos y negros; nos lo recuerda el poeta de la «negritude» Aimeé Cesaire en aquellos versos:
«Ahí está el delator negro, el gendarme negro
y todas esas cebras se revuelcan como pueden para
deshacerse de sus rayas en el rocío de leche blanca».
(Septiembre 1967 / Lan Deia N.° 38, LAN DEIA (1963-68) 107-109.etan.)
«Tres tesis social-colonialistas sobre el euskera»
Desde hace algún tiempo la evidente voluntad de los vascos, de conservar y transmitir a las próximas generaciones su lengua, ha desencadenado una ofensiva, solapada y suburbana, por parte de quienes creían solucionado el problema lingüístico en Euzkadi.
Dejaremos para otra ocasión, los burdos ataques, «a la antigua», de ciertos sectores todavía anclados en un pasado muy cercano. Hoy, pocos son los que mantienen el «slogan» de los años 90, «español, habla la lengua del Imperio».
La «tolerancia» oficial hacia el euskera, en la escuela privada, la radio o el teatro, los bersolaris, la creación de cátedras y escuelas de Declamación Vasca, la autorización para la impresión de libros y revistas, la famosa orden Ministerial de Marzo de 1951, tratan de camuflar posiciones intransigentes. Entre 1940 y 1955, el euskera pasó, de criminal adversario de la lengua del «Imperio», a «ese tesoro precioso que debemos conservar».
No es a las viejas críticas a las que nos referimos, sino a un nuevo «frente cultural», que conservando, en lo fundamental, las antiguas motivaciones, disfraza de «socialismo», «humanismo abstracto» y otras graves palabras sus ataques a la lengua vasca.
Este «frente» social colonialista, mantiene, en euskera y español, tres tesis que desde su expresión más burda a la más alambicada cabe exponer así:
1) Primera tesis social-colonialista: Asimilación lisa y llana de vasco y «burgués». La lucha por la supervivencia del euskera, no es sino un subproducto ideológico de la «burguesía», el euskera tiende a dividir a los obreros, la defensa de los valores culturales vascos no es una reivindicación proletaria (la defensa de los valores culturales no vascos, por supuesto que sí), etc., etc.
Estos tremendos «revolucionarios», deberían demostrarnos primero que el español no es utilizado por la burguesía, que no constituye un instrumento de opresión clasista o de alienación cultural, sino que es el vehículo de la «revolución universal».
Deberían demostrarnos que el euskera surgió a la vida juntamente con la burguesía hacia el siglo XVII y que, hasta entonces, el pueblo vasco hablaba, ¡cómo no!... español.
Sin embargo no nos demuestran hechos tan peregrinos, ni nos explican por qué en Rusia y en China no se sustituyeron, después de la revolución, el ruso y el chino (hasta entonces instrumentos opresores en manos de la «burguesía») por el esperanto o el volapuck, únicos e inmaculados «idiomas» no manchados por la lucha de clases. Tal vez rusos y chinos cayeron en la cuanta de que, el esperanto y el volapuck eran efectivamente de erigen burgués, originados por la tendencia tan tiernamente pequeño-burguesa, al cosmopolitismo y a la unidad abstracta de la humanidad. Y entre «burguesía» y «burguesía», naturalmente, prefirieron la suya.
Pretender que un idioma, una estructura lingüística, un instrumento de inter-comunicación, sean propiedad de una clase determinada, es equivalente a rechazar el motor de explosión o el análisis factorial, con el pretexto de que son utilizados preferentemente por la «burguesía».
2) Segunda tesis social-colonialista: existen en nuestra tierra, un «problema lingüístico» y un «problema social». Sin embargo el «problema lingüístico», engloba «solamente», un conjunto de datos culturales y antropológicos sin relación con las fuerzas operantes en la infraestructura. En sí, el problema lingüístico pertenece a la superestructura ideológica, es ajeno a la lucha de clases, pero es un problema real que hay que tratar de resolver.
¿Es posible que el idioma, que supone una relación interpersonal, colectiva, social por tanto, sea ajeno al proceso de producción material?
¿Cómo una estructura de expresión comunitaria, puede dejar de tener relación con todos los problemas superestructurales e infraestructurales?
Para estos «sociólogos» la superestructura es un limbo misterioso que se mantiene aislado y autónomo en virtud de fuerzas metafísicas.
Tesis de clara progenie idealista y burguesa, «algo» extraña en quienes se llaman «marxistas».
3) Tercera tesis social-colonialista. Parte de la siguiente declaración formal: los llamados «problema lingüístico» y «problema social», no son sino distintos aspectos de una misma realidad. Bravo. Lo malo es que se escamotea burdamente la «realidad» y los antagonismos de clase en ella existentes, se rechazan los movimientos reivindicativos existentes hasta la actualidad, con el intento solapado de rechazar el problema en su conjunto. Todo ello cubierto con la más frondosa expresión verbal «euskaltzale». Los mantenedores de la tesis, afirmarán y negarán en sitios distintos la misma cuestión. P. ejem., aquí, montarán una «ikastola» o utilizarán las clases de euskera como medios de difusión de sus ideas, allá, afirmarán que las ikastolas y el euskera son «burgueses» y «reaccionarias». (Naturalmente, su crítica a la enseñanza se limita «solamente» a las ikastolas). En la actual situación del euskera, los objetivos que persigue esta actitud son claros: sembrar la confusión mental, y sobre ello, proceder a la amputación sistemática y controlada de las raíces más hondas del sentimiento nacional vasco.
Sus argumentos en círculos «estrictos» son los de las dos tesis expuestas anteriormente, en círculos «más amplios», donde es peligroso aventurar opiniones arriesgadas se invoca la necesidad de utilizar una lengua que pueda expresar las «necesidades» del «pueblo».
«Necesidades» que no se explica cuáles son, ni a qué «pueblo» se refieren, ni a qué clase de ese «pueblo» hacen referencia, ni en virtud de qué raros poderes mágicos, estos señores constituyen el portavoz de las «necesidades del pueblo». Naturalmente, este tipo de preguntas no las contestarán jamás nuestros social-colonialistas, ya que su pretensión no es elaborar honradamente una teoría sociológica, sino actuar como quinta columna. No es pues sorprendente oír a estos «socialistas revolucionarios» las mismas invectivas contra el euskera que a un Unamuno o a un Víctor Pradera en su famoso discurso sobre el «fetiche de la lengua». En este aspecto la «nueva línea» es tan antigua como el nacionalismo español, en sus formas más cerriles.
Como habrán podido observar nuestros lectores, todo esto no lleva sino al viejo, traído y llevado cuento del «universalismo humanista», de la «apocatástasis mundial», y de la hermandad entre los pueblos del mundo. Ideas irrealizables mientras continúen los conflictos reales entre clases y pueblos. Por el momento no sirven más que para dos cosas: una, despojar a los incautos o los despistados de lo suyo, en provecho del vecino; otra, poner de manifiesto el curioso «universo» de nuestros «universalistas», hombres-antes-que-vascos. (Como si un vasco pudiese dejar de ser hombre, o disociarse en sus dos componentes de «hombre» y «vasco», «sutil» distinción que nos llevaría a distinguir separadamente en el caballo lo genéricamente «caballo» y lo genéricamente «mamífero»).
Ya hace años que otro «universalista» famoso, el profesor Ortega y Gasset (D. Eduardo), filósofo y mentor de la muy «progresista» burguesía liberal y republicana española, en su estudio sobre los hermanos Zubiaurre, nos dejó ver, muy claramente, que para él, así como para nuestros social-colonialistas y «universalistas-anteshombres-que-vascos», el «universalismo» coincidía, en todo, con el más estrecho nacionalismo manchego. En fin, hay hombres y pueblos que jamás verán nada más allá de sus narices.
No podríamos terminar este artículo sin hacer referencia a las opiniones que, sobre el euskera, ha expresado, recientemente, en dos ruidosos artículos publicados en «Zeruko-Argia», Gabriel Aresti. A sus posiciones, («dentro de una especie de crítica realista acrílica, es decir, inconsciente») se le puede aplicar las palabras que Jean Paul Sartre dedicó al «realismo» de los colaboracionistas franceses, como Deat y Marquet, bajo la ocupación alemana:
«Por su docilidad ante los hechos o, más bien, ante el hecho único, la derrota francesa, el colaborador realista practicó una moral invertida. En lugar de juzgar los hechos a la luz del derecho, fundó el derecho sobre los hechos. Su metafísica implícita identifica el ser con el deber ser; todo lo que es, es bueno, lo que es bueno es lo que es. Explicó la resistencia por una adhesión anacrónica a las costumbres y a una ideología extinta, y no por la afirmación de un valor».
Sin embargo, siempre ocultó la contradicción profunda encerrada en el hecho, de que él también eligió los acontencimientos que constituían su punto de partida. De ahí la debilidad interior de su sistema Y así vemos cómo aquel hombre que habla sin cesar de la «dura lección de los hechos», sólo considera los hechos que favorecen su doctrina.
El colaboracionismo de Aresti va tal vez acompañado de una dosis considerable de masoquismo. Como al parecer se interesa, en la forma incoherente que le es propia, por el problema del «tabú», le aconsejamos lea el «Totem y Tabú» freudiano. Así estará al corriente de los mecanismos inconscientes de autoagresión. Como él mismo declara no estar muy bien de la cabeza (véase «Zeruko Argia» 225), es posible que sus ataques al euskera no sean sino intentos sublimados de autodestrucción. Por nuestra parte no existe el menor inconveniente. En cuanto a su aire de «genio» incomprendido, descubriendo de nuevo el Mediterráneo... sus «genialidades» tienen por lo menos 60 años, y su afición a hablar de lo que no sabe es tan vieja como el mundo.
Hemos balizado el camino por el que se desarrollarán los futuros ataques contra el euskera. Lo hacemos porque sabemos dónde están nuestros enemigos, los enemigos de la clase obrera. Y un consejo a quienes pudieran sentirse inquietos ante la retórica neo-colonialista:
Cuando los imperialistas os motejen de «burgueses» por defender nuestra lengua, preguntad sin miedo: ¿Burguesía? ¿Qué es eso? Estad seguros que vuestros interlocutores no lo saben. Sólo los socialistas podemos responder a esa pregunta. Sólo los socialistas podemos integrar el problema conflictivo entre los idiomas en el contexto general de la lucha de clases que hoy en día se desarrolla en Euzkadi. Bajo el fascismo genocida, denostar al euskera es constituirse en aliado del principal enemigo del euskera, la gran burguesía oligárquica española.
El euskera es el idioma de los trabajadores vascos, y también de la burguesía nacional, pero el español es el instrumento de opresión de la burguesía española y del fascismo. Afirmar el euskera es afirmar un valor democrático y socialista.
(LAN DEIA, Septiembre 1967 / N.° 38 (1966-68), 114-116.etan)
«Falanjista berriek, geografia berria»
Asieran Aresti zen; eta Aresti lurraren argia zen: eta argiak illunpeak kendu nahi zituen, eta illunpetatik Saizarbitoria bakarrik agertu zen.
Arrigarria da nola aurreratu duten Geografia, goitian aipatu geografo berriak. Ba ginakigun, egoeraren araberan ikusten zutela munduaren bizia, baita mesede hori izpiritu berezi batzueri tokatzen zaiela bakarrik ere. Ni ez nintzen horreri ohartu, Parisera joan arte. Aisalde batean, handik atera gabe, Afrikako ipar aldean egona ninduzuten (denak dakizuten bezala, hiri haundi hura, arjelinoak eta marrokiak bizi diren auzo bat da), beste egunen batean, Calabria eta Messina bisitatu nituen («Place d'Etoile» delakotik 16 kilometrara dagoen «bidon-ville» batean). Ez nuen «Sierra de Cazorla» delakorik bisitatu nahi: aski ezaguna dut «Carpetobetonian» berean.
Galde egingo duzue nola ditekeen hori posible; «Paris la nuit» delakoaren ametsak, edo LSD izenekoaren ondokoak ez ote zirela izango. Ez!, ghettoan zaudeten irakurle atzeratuak, horiek dira Geografia-bide berria delakoan maixu diren Aresti eta Saizarbitoriaren irakaspenak. Hortarako izpiritu berezi eta aberats bat behar da izan noski; eta sensibilidade haundi bat errealidadearen aurka joateko, eta denbora eta espazioa dausetzeko (historioa eta zentzu komunaren anulazioa).
(Ai burgesak!, beste gizonekin mail berean, begietakorik gabeko poetak eta ameslariak sartu nahi dituztenak!: beste edonor izan ba lira bezala).
Orain dela denbora gutxi, Saizarbitoriak, berak bizi izan dituen Unibersoa maitasun eta aren experienziak kontatu zizkigun. Gallego baten zatutik ardoa edaten, gaztelatar batekin solasa; eta lo kuluxka bat andaluza batek zaindua. Pena da Saizarbitoriak ez duela bidaia gehiagorik egiten. Bestela ikasiko luke tango arjentinoa dantzatzen porteña batekin, hawaiana baten magalean lo egingo luke (zein garai ona, Arestiren poesiak irakurtzeko!), edo bakearen pipa delakoa egiazko cheyenne batekin erre... Bitartean, Saizarbitoriaren unibersoa, Alcarriako unibersoa dela pentsatzera bortxatuak gaude. Edo-ta, Alcarrian salbo, munduan gizon eta andre normalez ghettoak besterik ez dagola pentsatzera iritxi ote dire?; bere eguneroko linean alienatuak, eta bizarraren indarra konprenitzen ez dutenaren ghettoak, noski.
Mundu guziko herri guziek zaintzen dute gogorki beren lurraren gain duten eskubide osoa. Ezinbestez: eskubide hori gabe herria bera suntsitzen da ta. Jakiña, beste lekuetatik etorritakoek, horretara nahi balin ba lute ere, ez lukete hori aldatzeko deretxorik, nahiz ugari edo gutxi izan. Bestela, bide egokia luke kolonialismoak besteen lurretan eskubide osoa irabazteko, baita herri menperatua «por pisos» saltzeko ere! Hori dionak, demokraziaz burla egiten du, besterik ez.
Hola pentsatzen dute, bai, mundu guziko «ghettoetan», izanik ere Viet-Nam, Québec, Cuba, Goa, URSS, Txina, Argelia, Angola, Jordania, Israel, Polonia, Argentina, eta abar, azkeneraño. Holaxe ere esan du, bein eta berriz uno delakoaren ghetto haundiak. (Oraindik orain, «Libro Rojo Español» delakoan, españar fazistek ere horixe diote... Gibraltar dela-ta, hango kasua oso berezia izanik ere «El patrimonio histórico territorial, la integridad del territorio español no pueden ser alterados por la voluntad de poblaciones adventicias, etc., etc.». Gure geografo berriek ez dute liburu hortan parte hartu?
Dena dela, Aresti ta Saizarbitoria ez ditugu horrekin konforme... Euskal-Herria delata. Egia esan, badakigu, jaun hoiek «integridadea» baño nahiago dute desintegrazioa, hau da «logica eskizofrenika», fazista ta fazista-berrien pentsaera berezia.
Gure geografo berriek itzultzen dute «euskeraz», españar burges kolonialisten betiko ideolojia. Falanjismo zaharrak topo egin du lur hontan, Falanjismo berria saiatzen da berean, kareta zaharra pixka bat aldatuz. Españar razismoak itsutua egon behar, uste izateko euskaldunok onhartuko dugula gure kalte, iñork munduan onhartzen ez duena bere etxean. Ez horixe! Askotan «etxe-kalte» izanik ere...
Gure jakintsu-berriak, Alcarriako pentsakizun argitsuaren aurrerapen bat besterik ez dire, gaixoa, atzeratua, menderatua eta dretxorik-gabekoa den euskal-ghetto hontan. Bestela, arrigarriena litzake euskal ghettoan daudenentzat bakarrik argitaratzen dituztela beren lanak; eta euskeraz. Normalena izango litzake, Alcarrian eta Alcarriako mintzeiran argitara ematea. Utzi beharko dituzte ghetto-izpirituaren azken ondarrak (sortzeak, azierak, mintzairak etab. osatzen dutenak), eta aldakuntza egin. Hala lortuko luteke plomu pskikoa.
Konprenitzen ez duguna da, nola ghetto honek ematen dituen bainbeste buruko-min, Alcarriako izan diren, diren eta izango diren kolonialista guzieri.
Ez ote da izango, Bizkaiak, hala guztiz ere, Bizkaia izaten irauten duelako?
(Diciembre 1967 / LAN DEIA N.° 40.)
Garai honetan «Eladio» hauetakoa izaniko Andoni Kaierok Arestiren hasierako idazle bizitzan harreman handia izanikoak, ik. «Gabriel Melirekin esposatzen da» atala, honela idatziko du, Aresti hil eta laster: «1961-garren udazkenean, Madrilera abiatu nintzen (...) gero Parisera (...). Bitartean, Aginaga eta bere lagunak ezagutu nituen, ezaguna den iharduera jarraituz. Gertaera guztiok Arestigandik urrundu ninduten. (...). Egia esan, politikan gertatutakoak ikusiz gero, ez zuen Gabrielek inoren zokoratzerik merezi. Orain, damu antzeko sentimendu bat daramat bihotzean..». Ik. Bilbok bere seme prestuari (Gabriel Arestiri Omenaldia). 1986ko Ihardunaldiak, Bilbo, 1999, 129an.