Resignación
No me pidas que sea leal como los espejos
si no puedes mirar delante de ti,
si no puedes mirar dentro de mí
como si de una ventana resignada a abrirse.
No soy una lagartija entre rendijas,
me han enseñado a permanecer donde estoy.
Llevo los días con paciencia,
me he resignado sin darme cuenta
sujeta a la casa que dejo mi padre.
No sé del dolor ajeno sino del mío.
lo digo como lo siento,
no me pidas que sea leal como los espejos,
no me moveré
mientras no lo ordene el aliento.
Me han enseñado a permanecer donde estoy.
© Leire Bilbao