EL MURCIÉLAGO
Tengo un murciélago en el vientre.
Ha nacido de tu sucia charca, como las salamandras.
Duerme entre las rosadas paredes de mi interior,
y noto cómo va engordando cada día.
Se despierta cuando, por las noches,
se me ensombrecen los pensamientos.
Y vuela girando y girando, y grita.
Puedo mover los brazos,
puedo mover las piernas,
pero no soy dueña de los músculos de mi vientre.
Mi cerebro no es capaz de desalojar al murciélago.
Me han llevado a una habitación blanca
y me han metido un aspirador para vaciarme las entrañas.
Ahora soy una estatua de bronce en el parque,
vacía por completo, y quieta.
Ahora estoy más tranquila
y lloro.
© Kirmen Uribe
© de la traducción: Kirmen Uribe / Gerardo Markuleta