Aventuras
Están hechos de antemano
todos los viajes.
Los mapas se han apoderado de nosotros
y no podemos dejar de enredarnos
en las telas de araña tejidas
por los rastros de los viajeros antiguos.
Empapada en ambiente de crepúsculo,
tenemos el alma llena de óxido de plomo,
semejante a un camión caído a un estercolero.
Están escritas de antemano
las líneas que emanan de este llanto.
Pero repasémoslas,
con la paciencia de los muertos,
más allá de nuestra fecha de caducidad,
sin temer al elegir una olvidar las restantes,
dados de lleno al puro ser,
como los viajeros y poetas de antaño.
© Juan Luis Zabala