Cayó bella la palabra
Cayó bella la palabra
desde tus labios,
sin necesidad cultural,
gratis.
No esperaba aquella palabra
ni siquiera sabía
que la quisiera,
que necesitara aquel tibio refugio.
Hizo temblar la seguridad
de que todo lo tenía, y la destruyó.
Le abrió nuevos caminos a los territorios
presuntamente olvidados de la inquietud.
Pero no supe qué hacer
con la palabra bella caída,
y en mis interiores rotos
no quedaban palabras enteras para nadie.
© Juan Luis Zabala