VENTRILOQUIA
Dormía cuando han repartido el pan
Te extrañaba a ti no a la paz
Entretanto la nieve ha cuajado
En los portales
La deriva ha pulido la estela de los ahogados
Y el amaranto juega a crecer hasta el corazón
Siempre podría hallar más de cien razones
Para amar a alguien
Miles de testimonios imposibles
Citas de los sitiadores sobre la libertad
Excusas para eludir próximos encuentros
Me vuelvo ventrílocuo si no estoy contigo
Y al anochecer hablaré como una cerca ciega de un poema
Y la baba de los muertos me roerá el corazón
Y las venas reventadas por la helada, y de este modo
Nunca más ser de ningún sitio
Resulta demasiado fácil achacar a los enemigos las pérdidas sufridas
Por la felicidad
Aún puedo imaginarte más hermosa que la vida
Ha amanecido mientras buscaba tu mano
Sin víctimas
Sin piedad
Sé que estas fronteras son estériles a la paz
© Jose Luis Otamendi