HELADA
Las hojas roen el cielo
No soy Germán Rubenach
No soy Johnny Rotten
No soy Telesforo Monzón
Aunque haya sobrevivido a las emboscadas del dolor
A las grandes masacres
Aunque aún esté en condiciones de engañar al gran olvido
He aguantado este caliente goteo
Me he mostrado indolente a miles de amores
He aprendido a vivir en sonrisas ateridas
Soy más viejo que la misma estela del horizonte
No deseo hacer propaganda de ningún desengaño
Aquello de que el amor podía ser puro era una cantinela imposible
No hay nada puro
La sangre es blanca y negra la helada bajo nuestros pies
Temo la sentencia de las dunas de los humedales
Tierras que de nadie son
Corazones que de nadie son
Horas que de nadie son
Siento a Susana Arregi todos los días, subiendo las escaleras de casa
Y Sid Vicious tras ella
Y Esteban Urkiaga más tarde
Amamos bajo libertad condicional vivimos
Pronto el sueño me aferrará como una apagada maleza
Me han pedido que aplauda a mi felicidad
Que me aliste en el ejercito del desconsuelo
Es fácil perdonar a quien no se ama
Debe de ser nuestra era, Susana Arregi subiendo las escaleras
© Jose Luis Otamendi