CAVAR
Son antiguos tus ojos
Antiguos como peña vomitada sobre nuestras cabezas
No encontrar nada propio, ni un hombro ni tan sólo una pierna
En el verdor de la pendiente
Entre aquellos cuerpos arrojados desde lo alto de las rocas
Nos impide conciliar el sueño
Sueño errante de tanto evocar rostros ajenos en los nudos de los árboles
De tanto medir las taras de los camiones de tanto silencio
La próxima vez ya no nos hallarán aquí
Hay pintadas que piden coraje
Y la alegría de encontrar unas caricias en un vientre reventado
Nos quieren sepultar
Bajo esta tierra que nos viene encima nuestra patria nuestro amor
La misiota crece en las casa vascas
Nos quieren sepultar vivos, nuestro cariño es un desprendimiento
© Jose Luis Otamendi