FRONTERA

 

No quiero que tus lágrimas vuelvan a abrasarme el cuerpo

Tras la colina los coches arden en llamas

El amaranto se apodera de lo que antaño fueron ciudades fueron mares

Sé que lloverá

Que existirá otro día como el de hoy

Ya deben de sobrepasar el millón las caricias negadas a la felicidad

Tendrán que construir una nación sobre la tristeza

Organizar ferias restaurar carreteras

Siempre permaneceremos demasiado lejos para escuchar la condena

        Que nos impongan

El fuego de la ventana habla de infancias como la nuestra

Detesto este cautiverio del recuerdo

Hacer señales a los allegados y luego tener que borrarlas

Establecer una nueva frontera cada noche para luego suprimirla

Te aseguro que es la última por más que mañana los aviones

        Sigan estando amarrados

No acierto a distinguir el amor del odio

Nadie más que nosotros rebasará los frentes de nuestro amor

Diles todo cariño diles que es nuestra la tierra siempre lejana

Diles que existen invernaderos del fuego y del tiempo

Que las llaves que arrojamos a la cuneta no abrirán puertas

Diles que quemen este poema después de haberlo leído

Mañana te llamaré

Todos hemos deseado morir alguna vez

 

 

© Jose Luis Otamendi
© itzulpenarena: Iñigo Aranbarri


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