PERDICIÓN
Navego estos agitados ríos por el mero hecho de recordar
Por recordar por hojear los archivos submarinos
Temo perder los humedales de tus ojos
Las habitaciones cerradas, las tierras confiscadas a la noche
Quiero guardar en las heridas del corazón el árbol con sus raíces
Lo estipulado
No hay nadie en las dos orillas del río
Te llamo en los prados abandonados alumbrados por la noche
Lo que ayer fue fiesta no lo desea el fuego
Sería suficiente con un pequeño gesto
Para llegar a las inaccesibles tierras de tu sonrisa
Sería suficiente revolver en la memoria una silla aquí
Una llovizna allí
Pero la nube ha recogido sobre la deriva las voces del cortejo
Las de las direcciones balbuceadas bajo el agua las del amaranto
Las que se escuchan desde aquí
Es perfecto
Nadie puede perderte para siempre sino quien te ama
Y escudriño la noche y velo esta tierra
© Jose Luis Otamendi