CARTA-2

 

Ven

El cielo sabe a habitación vacía

Ceniciento levantado el piso

Tu cuerpo es un agosto milagroso

Y el amaranto tomará los almacenes municipales y las almas

Bajo el río las pesadas camisas

Los dedos irritados

Las direcciones borradas

Este cariño puede convertirse en un angustioso despertar

Ola tras ola en este océano sin nombre

Debo despertarte en los campos fronterizos de la intimidación

Te balbucearé este mismo cariño

Olvidado ahora hostigado después

Tal vez las señales luminosas pertenecen a los barrios que dejamos atrás

        O acaso acercan la amada hasta el amado

Son listados admisibles de terrenos desbordados estos sueños extenuados

No puedo

Pero quiero apresar a los mensajeros que me llegan

Se saben tus palabras de memoria no son tú

No eres tú

No eres

 

Ven

Las previsiones más optimistas han fallado

Soy demasiado cobarde para defender este cariño a solas

Del río se levanta la neblina de mi encanto

Y es posible escuchar los cornetines de la niebla en toda la región

Estas señales convierten en más hermosa la memoria de la deriva

Ahí abajo han de estar las manos que saben que no estoy contigo

Dónde podré imprimirte este morse imposible dónde

Tengo desprendimientos que remover

Llaves que recoger

Declaraciones que corregir

Son demasiadas las ciudades que ya he perdido, en las que

        Te he perdido

Pero nunca llegaré a conquistarte

 

Ven

Me han prometido que viviré otro año más

Sé que el trabajo en común tiene últimamente un significado doloroso

Que habéis vuelto a labrar la tierra

Y que no quisierais saber lo que cultiváis

No quisiera verte cobijada en la agenda de nadie

Nunca jugaría a colmarte de obsequios

 

Ven

Mis palabras son demasiado hermosas en ciudades de dulce nombre

        Para que se rindan sin ti

 

 

© Jose Luis Otamendi
© itzulpenarena: Iñigo Aranbarri


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