ATALAYAS PERDIDAS-1
He perdido todas las atalayas y te vigilo desde la ribera
Sigo sin poder purgar de sangre el corazón, de tu sangre el mío
Han sido siempre dos nuestros dos corazones
Que en el descenso de este cauce amparan la oscuridad
No me condenes por favor a los escollos de la memoria
Sin morada posible miro desde este recodo
Como si tu corazón fuese un campo a lo lejos
En mis encías ha surgido otro manantial para el llanto
Los nombres de amante perduran en los empapelados de casas vacías
Y mientras sean dos nuestros corazones seguirán divididos
En dos mitades
Intento imaginar qué tal te va
Imaginar tu mano en busca de precipicios tatuados por el sueño
Y la corriente sólo arrastra el hedor de los ahogados
No busco puentes reventados ni gloria ni exilio
Están tan lejos nuestros corazones en estas noches innavegables
Tan lejos
Que para olvidarme respiro esta niebla que se condensa
No volverá a encontrarme el amanecer de ese distante ahí
Donde se barren las calles
Vivo encañonado por mis propios defectos y todas las noches
Se apaga el mismo lucero
No me ames por dignidad ajena
© Jose Luis Otamendi